El Amazonas en Llamas

El Amazonas en Llamas

«La experiencia de color que nos proporciona la obra de Wilson Abreu ofrece perspectivas de vertientes alucinantes.»

Claribel Díaz

Sus códigos producen los alcances superlativos de otra realidad en la que las elaboraciones asumen el significante con marcada voluptuosidad al abarcar los extremos entre vida y destrucción.

En “El Amazonas en Llamas” el colorido y sus tonos en conjunto se apropian de los ribetes más vibrantes posibles de la estética para hablar de planos desolados, apremiantes, desgarrados. Se trata de los planos del espanto. 

El andamiaje metonímico de esta creación produce la metáfora de un apocalípsis que circunda desplazándose desde los ámbitos más abstractos hasta los más cotidianos para someter a una humanidad que lucha por asegurar una subsistencia que se pierde por las vías de lo esporádico o lo banal. 

Se destaca en lo existencial de este presente una búsqueda de tanta inclinación por lo intrascendente que esto resulta en su intercambio por elementos vitales, como el aire, el agua, la tierra…esos que en esta obra artística aparecen con una intensificación que genera una dinámica de rojo y naranja entrelazados, condensándose, hasta apropiarse de una catarsis por donde se extinguen los desechos, ahora sin brechas, de un exterminio lento y con pocas promesas de redención.

Es a través de estos componentes artísticos que habrán de transfigurarse los residuos de una sociedad viciada por la posesión y ataviada con la imposibilidad de la renuncia. 

Son esos desechos, que se vuelven asfixiantes y desiertos de canalización, los que son recogidos por la paleta del artista angustiado, poseído desde o hacia la incertidumbre. 

El rojo y el amarillo se unen sin piedad y sin aliento produciendo, en un brusco derredor, la saciedad y el absoluto que solo se alcanza con los escombros sobre el ocre y gris de un suelo devastado. 

Hay una alusión a lo agónico, al dolor que se produce y se reproduce desde el afuera hacia adentro y desde el adentro hacia afuera de entes y criaturas tan entrampados que ya no saben si destruyen o son destruidos. 

Hay un ciclo confundido de la naturaleza que ya no lo es en tanto los órdenes de la vegetación han sido sometidos a la fusión de los tonos implacablemente ardientes, amenazantes, despiadados. 

Hay una dirección o re-dirección de los orígenes que se intensifican para, dentro de su extraña paradoja, transmutar la violencia y la iniquidad.

El Amazonas en Llamas

Claribel Díaz

Poeta, ensayista y psicoanalista dominicana.

Wilson Abreu. Más Información…

Scroll al inicio